“Neus me ha acompañado en dos etapas de mi vida: primero me ayudó a superar un momento en el que me sentía abandonado por mi entorno, y después lo hizo para mejorar mi nivel de consciencia y superar una fase de apatía y pasotismo. Los dos procesos han sido extraordinariamente eficaces y reconfortantes. Se que dicho así no transmito la alegría y las ganas de vivir que me ha inyectado, la magia de sus palabras, la dulzura de las sesiones o su capacidad de ‘ver’ más allá de lo que uno dice. El hecho es que, objetivamente, he mejorado, me siento más empático y cuidadoso con los demás, más tranquilo y cariñoso. Y eso permite que, de manera natural y sin estridencias, las cosas vayan mejor en la familia y el trabajo. Hay más, pero me resulta difícil describirlo con palabras, como difícil es describir el color, el calor o el amor…. y es un poco de todo eso. Tal vez baste decir que me ha ayudado a ser feliz.”

“Lo que me llevó a Neus fue el descontento con mi psicóloga anterior porque no notaba ninguna mejoría. Y aunque me frenaba tener que contarlo todo de nuevo, volver a hurgar en la herida, estaba convencida de que valía la pena intentarlo de nuevo. Lo que llevaba peor, lo que me pesaba más en aquel momento, era la ansiedad y el duelo por la ruptura con mi expareja, vivía un momento bastante difícil y darme cuenta de que no progresaba lo complicaba todavía más. Ahora noto que poco a poco avanzo. Que aprendo cada día algo nuevo en las sesiones. Me apunto incluso los consejos que me da para usarlos cuando los necesito. Estoy muy contenta de tener a Neus como terapeuta porque ha sabido darme lo que nadie consiguió y que es tanto como escucharme, darme consejos, explicarme cómo funciona nuestro cerebro, recomendarme vídeos de los temas que hablamos y hacerme ver que debo darme permiso para estar mal, algo que siempre me ha costado.”

"Hacía tiempo que necesitaba ayuda pero estaba demasiado débil como para enfrentarme a mi propia historia: tendría que mirar y hurgar en las heridas que tanto dolor me provocaban y eso me asustaba. A mi primera sesión llegué rota, desgastada, sin motivación ni ilusión, insegura, negativa, desorientada, sola. Y muy cansada: la dependencia emocional que sentía de mi expareja pesaba tanto como la insoportable sensación de pérdida y fracaso. Necesitaba liberarme de ese peso, eliminar el sentimiento de culpa y sentirme en paz conmigo misma. Lo conseguí con Neus y gracias a Neus, la única profesional que se ha sentado conmigo en el suelo mientras yo lloraba desconsolada."

“El miedo a la pérdida y la incapacidad de afrontarla siempre ha estado presente en mi vida, desde la pérdida de lo material hasta la pérdida de mis seres queridos. En algunas ocasiones he sido esclavo de experiencias, gente o proyectos que no me hacían feliz o no eran coherentes con mi manera de ser. En otras, el miedo me limitaba el gozo del amor de manera inconsciente.  Fue precisamente en el momento que relacioné el miedo con la incapacidad de amar plena y profundamente que pensé que necesitaba ayuda porque vivir así no es vivir del todo. Me daba pereza hacer una terapia más porque he hecho cientos y porque lo que necesitaba en ese momento era ser comprendido a nivel intelectual, psicológico-emocional, incluso espiritual. Neus, me aportaste una experiencia que abarcó todos los niveles que yo necesitaba también abarcar, abrazar y comprender. Mi proceso era un proceso que iba más allá de la sanación puesto que mediante ella, me estaba volviendo a definir como persona en todo su completo. Como profesional, como hijo, como hermano, como amigo, como amante. Me diste la escucha adecuada porque tu escucha no solo era sin juicio alguno y con comprensión absoluta sino además bañada de un amor y una aceptación incondicional profundos y muy conmovedora. Das métodos y herramientas porque en lo práctico sabes muy bien lo que haces, pero tu experiencia humana y como terapeuta van más allá de lo tangible. El proceso contigo permite no dejar nada de lado, nada en la sombra, nada olvidado. Todo en tu proceso cuenta. El trabajo, el amor, la familia, las creencias, el pasado, el presente, el aquí y el más allá. Actualmente siento que el miedo persiste, que sigue formando parte de mi personalidad, que es algo arraigado en mi ADN, pero lo manejo de manera diferente.”